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LAS GLÁNDULAS ANALES EN LOS PERROS
INTRODUCCIÓN
Las glándulas anales de los perros tienen varias funciones, desde lubricar el recto hasta dotarle de una identidad única. Sin embargo, si no se vacían correctamente puede ocasionarle molestos problemas de salud que pueden llegar a ser graves, como infecciones o abscesos.
¿QUÉ SON LAS GLÁNDULAS ANALES?
Las glándulas anales son una bolsitas que están situadas a ambos lados del ano y almacenan en su interior una sustancia que lubrica el ano con cada deposición. Este líquido, amarillento y maloliente, además de lubricar la zona para facilitar las deposiciones, proporciona a cada perro un olor único, que es su seña de identidad.
¿CÓMO FUNCIONAN LAS GLÁNDULAS ANALES?
Estas secreciones tienen varias funciones muy relevantes para el animal:
- Son utilizados por los perros y gatos para comunicarse. Son potentes señales olfativas que sirven para comunicar situaciones a otros individuos. Cuando un perro o un gato huele la zona anal de otro están intercambiando información: ¿Estás asustado? ¿estás lista para aparearte? ¿quieres jugar?, etc.
Ante estas situaciones es normal que nuestras mascotas expriman o evacúen el contenido de las glándulas.
- Son de gran utilidad a la hora del marcaje del territorio, dejando señales de identidad para que otros animales sepan quién habita ese lugar. Es como un DNI.
- Normalmente esta secreción sale con las heces cuando el animal defeca.
ENFERMEDADES LIGADAS A LAS GLÁNDULAS ANALES
Las enfermedades más frecuentes son las infecciones por un vaciado inadecuado, los traumatismos (vaciado manual mal hecho) y los tumores.
Los síntomas de que algo no va bien con las glándulas anales son:
Los síntomas más frecuentes de las glándulas anales inflamadas en perros son:
- Lamidos y mordiscos frecuentes en los conductos excretores de las glándulas anales
- Aumento del mal aliento por la ingesta de la secreción maloliente
- Mordiscos en la cola
- Arrastramiento típico del trasero por el suelo debido al intenso picor
- Sacos anales inflamados por obstrucción en los conductos excretores
- Pujo (tenesmo) doloroso al defecar y apatía
- Secreción purulenta en la superficie cutánea y coloración rojiza
- Abscesos en los sacos anales (acumulación de pus) y fístulas (unión tipo tubo entre las glándulas y la superficie cutánea)
¿TENGO QUE VACIAR LAS GLÁNDULAS ANALES DE MI PERRO?
No, las glándulas se vacían de forma natural al defecar o ante una situación estresante, en el caso de que haya que hacerlo tendrá que hacerlo un veterinario (ni el peluquero ni el propietario).
CONCLUSIÓN
Las bolsas o sacos anales del perro, también llamadas glándulas anales, son espacios de acumulación glandular. Están situados ligeramente por debajo del ano, en el lado izquierdo y derecho respectivamente, y sirven de reservorios intermedios; sus conductos excretores se encuentran en la zona cutánea del ano. Las paredes de los sacos anales contienen glándulas que segregan una secreción hacia los sacos anales. La secreción es descompuesta por la flora bacteriana y adquiere así un olor extremadamente desagradable para nosotros, los humanos, e individual para cada perro.
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