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EL WELSH CORGI PEMBROKE
INTRODUCCIÓN
El corgi galés de Pembroke (en inglés, Pembroke Welsh Corgi; en galés, Corgi Cymraeg Penfro) es una raza de perro pequeño originario de Gales. Se ha desempeñado durante siglos como perro pastor, y se le considera uno de los perros más antiguos de Gran Bretaña.
EL ORIGEN DEL WELSH CORGI PEMBROKE
Se cree que las dos variedades corgi descienden del perro de los visigodos que introdujeron los vikingos en Gales hacia el siglo IX. O puede ser que el corgi galés de Cardigan sea la variedad más antigua, que introdujeron los celtas en Gales alrededor del año 1200 (el nombre "corgi" proviene de la palabra celta "cor gi" que significa "perro enano"). Según otras fuentes, la variedad Pembroke fue traída a Gales por los tejedores flamencos en el siglo XII. Independientemente de cuál fuera el origen de la raza, el Welsh Pembroke corgi se desarrolló en Pembrokeshire y se le utilizó para guiar al ganado mordisqueando sus garrones ladrando. Las variedades Pembroke y Cardigan se cruzaron entre sí libremente hasta la década de los 30. A partir de entonces, los criadores trataron de acentuar sus diferencias. En 1934 fueron reconocidas oficialmente como dos razas separadas.
EL ESTÁNDAR DEL WELSH CORGI PEMBROKE
APARIENCIA GENERAL: Es un perro de talla pequeña, fuerte, de constitución robusta, alerta y activo, que da la impresión de fortaleza y vigor en un cuerpo pequeño.
PROPORCIONES IMPORTANTES: La longitud del hocico debe ser 3/5 de la longitud del cráneo.
CABEZA: La cabeza recuerda por la forma y la apariencia la del zorro, con una expresión alerta e inteligente.
REGIÓN CRANEAL:
CRÁNEO: El cráneo es bastante ancho y aplanado entre las orejas.
DEPRESIÓN NASO-FRONTAL (STOP): Ligeramente marcado.
REGIÓN FACIAL:
TRUFA: Negra.
HOCICO: Estrechándose ligeramente.
MANDÍBULAS / DIENTES: Debe tener maxilares fuertes, con dentadura sana, completa y mordida en tijera, es decir, que la cara interna de los incisivos superiores esté en contacto con la cara externa de los incisivos inferiores, y bien colocados en los maxilares.
OJOS: Bien colocados, redondos, de tamaño mediano y de color castaño que armonice con el manto.
OREJAS: De tamaño mediano, erguidas y ligeramente redondeadas. Si se traza una línea recta desde la punta de la nariz pasando por medio de los ojos y se continua, debería atravesar la punta de las orejas o ser tangente a ella.
CUELLO: Moderadamente largo.
CUERPO: El cuerpo es medianamente largo, la región lumbar no debe ser corta. Ligeramente ahusado cuando se le mira desde arriba.
LÍNEA SUPERIOR: Horizontal.
PECHO: El pecho es amplio y profundo y bien descendido entre las extremidades. Las costillas bien arqueadas,
COLA: Anteriormente usualmente amputada corta. Insertada al mismo nivel que la línea superior. Llevada en forma natural que puede estar por encima o por debajo de la línea superior cuando el perro está en movimiento o alerta.
Puede haber rabos cortos (bobtails) naturales, cuando la cola puede ser de cualquier longitud, llevada por encima o por debajo de la línea superior cuando se mueve o está alerta.
EXTREMIDADES
MIEMBROS ANTERIORES:
HOMBROS: Las espaldas bien inclinadas, formando un ángulo de 90° con los brazos.
BRAZOS: Los brazos se adaptan a la forma del pecho.
CODOS: Los codos bien pegados al cuerpo, ni sueltos ni demasiado pegados.
ANTEBRAZOS: Antebrazos cortos y lo más rectos posible. Fuerte osamenta en toda su extensión hasta los pies.
MANOS: De forma ovalada; con dedos fuertes, bien arqueados y juntos. Los dedos centrales ligeramente sobrepasan a los laterales; las almohadillas deben ser fuertes y bien abombadas. Las uñas deben ser cortas.
MIEMBROS POSTERIORES:
APARIENCIA GENERAL: Fuertes y flexibles. Miembros posteriores cortos con buena osamenta en toda su extensión hasta los pies.
RODILLAS: Bien anguladas.
CORVEJONES: Visto desde atrás deben ser paralelos.
PIES: De forma ovalada; con dedos fuertes, bien arqueados y juntos. Los dedos centrales ligeramente sobrepasan a los laterales; las almohadillas deben ser fuertes y bien abombadas. Las uñas deben ser cortas.
MOVIMIENTO: Su movimiento debe ser desenvuelto y vivaz, los codos ni sueltos ni demasiado pegados. Los miembros anteriores deberán ser dirigidos hacia adelante, sin levantarlos mucho, en armonía con la acción propulsora de las extremidades posteriores.
MANTO
PELO: Medianamente largo, liso y con un subpelo denso. Nunca debe ser suave, ondulado o muy duro (de alambre).
COLOR: Rojo, leonado carbonado, negro y fuego, con o sin manchas blancas en los miembros, el pecho y el cuello. Se permiten manchas blancas pequeñas en la cabeza y en la frente.
TAMAÑO Y PESO:
ALTURA A LA CRUZ: Aproximadamente entre 25 y 30 cm.
PESO:
Machos entre 10 y 12 kg
Hembras entre 9 y 11 kg.
FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta es considerada con respecto al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro, y de la capacidad del perro para realizar su tarea tradicional.
FALTAS DESCALIFICANTES:
- Agresividad o extrema timidez.
- Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento.
N.B.:
- Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
- Sólo los perros funcional y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.
LA SALUD DEL WELSH CORGI PEMBROKE
El Welsh Corgi Pembroke es un perro que puede vivir tranquilamente 15 años, pero esta raza puede sufrir de algunas enfermedades hereditarias que se diagnostican y previenen fécilmente a través de las pruebas de salud oportunas, las cuales deben hacerse antes de realizar la monta.
- DISPLASIA DE CADERA: Uno de los problemas de salud más comunes que enfrentan los corgis es la displasia de cadera, que afecta el desarrollo de la articulación de la cadera y causa la pérdida de la función articular con el tiempo, Esta condición por lo general tarda un poco para desarrollarse, pero se ha observado que los perros tan jóvenes como de cuatro meses pueden comenzar a experimentar síntomas como una disminución de la amplitud de movimiento, dificultad para ponerse de pie o saltar, un vaivén marcha, el dolor o rigidez.
La obesidad y la falta de ejercicio (o incluso demasiado ejercicio) pueden exacerbar la displasia de cadera, por lo que si nota que su corgi experimenta alguno de estos síntomas, hay que pedir una cita con tu veterinario para asegurarte de que tu mascota siga la dieta adecuada y obtenga la cantidad correcta de ejercicio.
Dependiendo de la gravedad de la displasia, puede haber otras opciones de tratamiento, que incluyen fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios o cirugía.
- ATROFIA PROGRESIVA DE RETINA (PRA): La ARP es una condición degenerativa que afecta a los fotorreceptores en los ojos de los caninos, degrada la visión con el tiempo y eventualmente acaba en la ceguera. No es doloroso, pero puede afectar la calidad de vida de un perro. No sólo es una de las enfermedades del corgi más comunes sino por todos los perros. Algunos de los primeros síntomas de la ARP incluyen ceguera nocturna (que puede manifestarse como miedo a salir cuando está oscuro o chocar con cosas en habitaciones oscuras), ojos que parecen muy reflectantes cuando la luz los ilumina o pupilas que se ven más dilatadas de lo normal.
Actualmente no existe un tratamiento conocido para la ARP, pero si notas que tu perro presenta síntomas de disminución de la visión, es hora de una visita a tu veterinario. Ellos pueden diagnosticar la enfermedad e informarte cómo puedes ayudar a tu mascota a mantenerse segura.
- MIELOPATÍA DEGENERATIVA: Dado que los corgis tienen una columna vertebral alargada, esto significa también tienen una mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad grave del nervio y la columna vertebral llamada mielopatía degenerativa. Esta condición afecta el sistema nervioso central, la médula espinal y el tronco encefálico del perro.
Los síntomas comunes incluyen atrofia muscular y problemas de postura, parálisis parcial o total de las extremidades y disminución de la masa muscular. Actualmente no existe una causa conocida para la mielopatía degenerativa, pero los científicos están investigando los genes que pueden aumentar la probabilidad de que un perro la desarrolle.
Los síntomas comunes incluyen atrofia muscular y problemas de postura, parálisis parcial o total de las extremidades y disminución de la masa muscular. Actualmente no existe una causa conocida para la mielopatía degenerativa, pero los científicos están investigando los genes que pueden aumentar la probabilidad de que un perro la desarrolle.
- ENFERMEDAD DE VON WILLEBRAND: Entre los problemas de salud comunes de los corgi se encuentra la enfermedad de von Willebrand, un trastorno hereditario que disminuye la coagulación de la sangre. Esto puede causar un sangrado excesivo después de una lesión y puede provocar una peligrosa pérdida de sangre y anemia.
Los síntomas comunes de la enfermedad de von Willebrand incluyen sangrado espontáneo de superficies mucosas como la nariz, los genitales o las encías; sangre en la orina o las heces; hematomas y sangrado prolongado después de una lesión o un procedimiento quirúrgico.
Si bien esto puede ser bastante aterrador para la familia humana del corgi, el pronóstico para los perros con von Willebrand suele ser bueno. Si el perro tiene una enfermedad de von Willebrand leve o moderada, necesitará un tratamiento mínimo (aunque debe ser monitoreado para detectar síntomas más severos). Un veterinario generalmente tratará a un perro más gravemente afectado con transfusiones de sangre. - OBESIDAD: El Corgi es propenso a la obesidad y teniendo en cuenta la longitud de sus patas y espalda esta es más peligrosa de lo habitual, así que tenemos que optar por una alimentación sana y baja en grasa, por ejemplo el pienso para perros adulto de carne de cerdo o pato de Reis d'Aranda.
EL WELSH CORGI PEMBROKE EN LA REALEZA BRITÁNICA
Dookie fue el primer corgi que tuvo la reina Isabel. Fue un regalo del rey Jorge VI, su padre. Él lo compró en el año 1933 mientras era el duque de York. La reina Isabel era sólo una niña de 7 años. Como toda niña, este fue un regalo muy especial, ella y su hermana Margarita decidieron juntas el nombre del perro.
Fue un amor a primera vista; se creó una atracción entre esta raza de perros y la reina desde que tuvo a Dookie, ya que este se llevaba mal con casi todo el mundo. Incluso mordió a más de un político que visitó el palacio real. En contraste, la relación que existía entre el corgi y la reina Isabel era especial.
Este amor creció con el tiempo, ya que, desde su primer perro, esta ha sido la raza preferida de ella. A lo largo de su vida, estos pequeños animales se convirtieron en sus compañeros leales. Incluso en los momentos más importantes como mujer y reina.
Después de Dookie, una corgi llamada Jane se unió a la familia. Este hecho traspasó las barreras familiares, y se convirtió en un acontecimiento noticioso. La prensa les dio atención especial a estas adorables niñas y los Corgis. Algo que resultó ventajoso para desviar la atención de los problemas que rodeaban a la familia.
Después que Jane murió al ser atropellada, la reina Isabel recibió un perro corgi como regalo por su cumpleaños número 18. Esto fue en el año 1944. La llamó Susan y fue realmente la primera Corgi de la Reina Isabel, ya que era sólo de ella. No era un regalo compartido con su hermana. Susan fue la perra base de las generaciones de corgis que posteriormente tuvo la reina.
La reina eligió los machos que cruzaron con Susan. De esa unión nacieron los siguientes perros de la realeza. Susan y la reina se convirtieron en amigas inseparables. Tanto fue así, que esta Corgi acompañó a la reina en su luna de miel. Después de que ella se casara con el Príncipe Felipe en el año 1947.
No sólo la acompañó en los buenos momentos. También estuvo a su lado en el año 1952 cuando murió el padre de la reina. Para aquella fecha, Isabel tenía 25 años y se convirtió en reina. Las muchas fotos de la prensa evidenciaron que la reina siempre estaba rodeada por los corgis, incluso más que con su esposo. Con la perrita Susan se inició la larga familia de perros corgi, las mascotas de la reina. En total, fueron más de 30 los perros corgis que tuvo la reina. La mayoría de ellos fueron descendientes de Susan.
En el año 2015 la reina Isabel decidió dejar de criar corgis. La razón es que por su avanzada edad, teme tropezar con alguno de estos perros, lo que puede provocarle una caída y hacerse daño. Los últimos perros han sido muy especiales. Uno de ellos fue Willow, quien fue especialmente famoso por acompañar a la Reina a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Lamentablemente, Willow falleció en el 2018. Tenía casi 15 años y sufrió un cáncer que se complicó. Esta fue la primera ocasión en que la reina Isabel se quedó sin un Corgi. Sin embargo, aún conservaba dos mascotas Dorgis (mestizos): Vulcan y Candy. Ambos fueron el resultado del cruce con los perros de su hermana Margarita.
Vulcan también falleció el pasado 2020. Ahora Candy es la última compañera corgi de la reina Isabell II. Esta historia de amor canina ha acompañado a la reina durante casi toda su vida.
CONCLUSIÓN
El Welsh Corgi Pembroke es un excelente compañero al que tenemos que educar y socializar con intensidad para evitar que su personalidad decidida y trabajadora se vuelva en contra de la familia, pudiendo "pastorear" a sus miembros o mostrarse tajante a la hora de ser manipulado. Si le damos una buena socialización y dosis correctas de ejercicio, el Pembroke será un gran compañero para nuestra familia.
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