Su nombre ya lo dice todo: el conejo azul de Viena proviene de Austria. No solo es precioso por su brillante pelaje...
EL CÁNCER EN LAS RATAS
INTRODUCCIÓN
Las ratas son más simpáticas y agradables de lo que la gente se piensa (hay mucha leyenda negra con ellas, calificándolas de sucias y portadoras de plagas) y eso las convierte en unas mascotas excelentes para aquellas personas con un espacio limitado que quieran un animal sociable y divertido. Las ratas son súper inteligentes, son muy amigables y cada una de ellas desarrolla su personalidad propia. Aunque desafortunadamente, las ratas tienen una esperanza de vida relativamente corta, y esto se debe a menudo a que tienden a desarrollar tumores.
¿POR QUÉ LAS RATAS SON PROPENSAS AL CÁNCER?
La ratas (al igual que los ratones) son propensas al cáncer debido a que se han seleccionado durante décadas para que los desarrollen y, de esta forma, poder estudiar los diversos tratamientos veterinarios y humanos (principalmente) y curas a esta enfermedad. Los criadores éticos enfocados a la compañía y exhibición en concursos tienen este mismo problema dado que está "escrito" en el genoma de la rata, pero se esfuerzan en buscar y criar líneas de sangre lo más limpias posibles para que la vida de sus animales sea larga y feliz.
SÍNTOMAS DE CÁNCER EN LAS RATAS
Los tumores podrían variar desde quistes benignos o lipomas menos preocupantes, hasta tumores malignos cancerosos y problemáticos. Algunos de estos no son motivo de preocupación; pero la mayoría de los tumores en ratas se vuelven tan grandes que es necesario extirparlos debido al pequeño tamaño del animal. Estos tumores podrían desarrollarse en la piel de nuestra rata donde son visibles, o internamente donde podrían pasar desapercibidos sin percatarnos, algún tiempo.
Algunos de los tipos de tumores más comunes en ratas son:
- Bulto visible
- Dificultad para caminar o trepar
- Dolor
- Signos de tumores en ratas
- Ojos saltones
- Tumores mamarios
- Apetito incrementado
- Tumores cancerosos
- Lipomas
- Tumores cerebrales
- Señales de que una rata tiene un tumor
- Aumento de peso
- Quistes
- Ataxia
- Cabeza deforme
Algunos tipos de estos tumores podrían ser más obvios que otros porque crecen más rápidamente y son fáciles de detectar. Mientras que otros tumores están ocultos y podrían pasar desapercibidos hasta que su rata comience a tener problemas para moverse.
Dependiendo de la ubicación del tumor, el movimiento de la rata puede verse afectado, y eso puede provocar letargo, una visible falta de apetito o aumento del peso debido al tumor interno en crecimiento. Algunos tumores podrían aumentar el apetito de la mascota. Pero una rata que come mucha comida y gana poco o nada de peso, podría estar experimentando una compensación nutricional en donde la ingesta de los nutrientes es dirigida hacia el crecimiento de ese tumor.
Los tumores cerebrales en ratas suelen causar síntomas neurológicos, una cabeza deformada debido a la expansión del tumor u ojos saltones. Las ratas con estos tumores cerebrales podrían ser atáxicas y pueden tener problemas para moverse o parecer inestables.
¿CÓMO PREVENIR EL CÁNCER EN LAS RATAS?
La probabilidad de que nuestra rata no desarrolle tumores (benignos o malignos) es imposible pero podemos reducir las probabilidades adquiriéndola en un criadero ético que garantice la salud de sus animales (se preocupe en buscar líneas sanas, nos informe correctamente y nos de un pedigree donde consten todos los antepasados posibles para poder informarnos de los antecedentes familiares). No exponer a nuestra mascota a situaciones de riesgo químico (limpiar con productos aptos para mascotas) y ofrecerle una dieta variada, nutritiva y baja en grasas de origen pobre (hay grasas excelentes que ayudan a la mejora de la piel y el pelo) ayudarán a prevenir la aparición de tumores.
Algunas fuentes del ámbito veterinario recomiendan castrar a la rata para prevenir los tumores de índole hormonal o sexual, pero la gran mayoría de profesionales (criadores éticos, alguna protectora extranjera y especialistas de la salud de los micromamíferos) no recomiendan castrar a la rata ya que el proceso podría ser demasiado peligroso para ella por la anestesia. Prácticamente todas las ratas que son castradas lo son aprovechando otra intervención más seria, de esta forma se aprovecha la anestesia y no se le aplica únicamente para una operación menor como es la castración, aunque tampoco es habitual.
Un alimento base de calidad debe estar hecho a base de semillas y granos, no contener golosinas (pipas de girasol, de calabaza o maiz) ni aritos de colores extraños que nos recuerden a los cereales del desayuno. Un buen ejemplo es el pienso para ratas adultas de Reis d'Aranda, el cual tendremos que combinar con verduras, frutas frescas y proteína animal variada (ternera hervida, huevo cocido o insectos de criadero, deshidratados o frescos) aunque el alimento base de esta marca cuenta con carne de pollo deshidratada en su receta.
¿CÓMO PUEDO CUIDAR A MI RATA CON CÁNCER?
Lo más importante es que nuestra rata esté cómoda y, a medida que el tumor crezca y su salud o condición de vida se debilite le pongamos las cosas lo más fáciles posibles, como adaptar su jaula, darle lugares blandos y cómodos donde dormir o relajarse, trasladarla a un sitio con pocos estímulos que no la sobreexciten, hacerle las curas oportunas si el tumor desarrolla úlceras o el pelo de la zona se cae, y consentirla todo lo posible ofreciéndole sus bocadillos favoritos (llegados a este punto, mejor que disfrute, con moderación, pero podemos ser un poco más laxos con su alimentación). Controlaremos la temperatura para evitar que tenga frío y la protegeremos al máximo de las corrientes de aire.
CONCLUSIÓN
El cáncer es una enfermedad muy dura a la que las ratas por su condición de animal de laboratorio son muy propensas, los criadores éticos se esfuerzan en librarlas de esta enfermedad pero es un trabajo que requiere de muchos años de esfuerzo y que, por mucho esfuerzo que se haga, puede surgir en algún ejemplar o línea de sangre concreta.
Es nuestro deber como propietarios aprender a reconocer los síntomas y actuar en consecuencia.
Si vemos que el día a día de nuestra rata es muy complejo, baja mucho de peso, no quiere comer o beber, no quiere moverse o presenta signos evidentes de dolor, lo mejor será que la sacrifiquemos para evitarle sufrimiento. Seguro que nos agradece muchísimo los cuidados y el cariño que le hayamos dado en su corta o larga vida, especialmente cuando más nos necesitaba.
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