Su nombre ya lo dice todo: el conejo azul de Viena proviene de Austria. No solo es precioso por su brillante pelaje...
EL GATO MAU EGIPCIO
INTRODUCCIÓN
Mau es la palabra egipcia para designar al gato. El mau egipcio se asemeja a los gatos que aparecen en las pinturas murales del Antiguo Egipto. La raza desciende de ejemplares que fueron llevados en la mitad del siglo X de El Cairo a Italia y después a Canadá.
EL ORIGEN DEL MAU EGIPCIO
Su nombre no deja lugar a dudas sobre su origen. Además, «mau» significa gato en el árabe de Egipto. Su aparición parece remontarse a la antigüedad, ya que se conservan ejemplos del arte egipcio antiguo en los que aparecen gatos que recuerdan al actual Mau.
Eran animales venerados y probablemente conformen la raza más antigua. Se baraja una fecha superior a los 4000 años. Pero no fue hasta el siglo XX que salió el primer ejemplar hacia Italia desde El Cairo. Allí se cruzó con otro gato de la misma procedencia y la descendencia acabó viajando a los Estados Unidos.
Fue el inicio de la cría programada de la raza tal y como se conoce hoy en día. La Federación Internacional Felina incluye a estos gatos en la categoría III, que es la que recoge razas de pelo corto. En la actualidad, es más popular en los Estados Unidos que en Europa.
¿CÓMO ES EL GATO MAU EGIPCIO?
El rasgo distintivo del Mau es el moteado de su manto, que contrasta con el color de fondo. Las motas oscuras deben ser redondeadas y tener una distribución uniforme, aunque con frecuencia se reparten aleatoriamente formando líneas discontinuas. Las patas y la cola presentan bandas de color más oscuro.
Tiene un cuerpo de tipo cobby pero largo, mediano, estilizado y musculoso, de constitución similar al abisinio. Las patas traseras son más largas que las delanteras, y tiene pies pequeños y delicados, redondos u ovalados. La cola es de longitud mediana, gruesa en la base y disminuye su grosor hacia la punta. La cabeza tiene una forma triangular algo redondeada, con curvas suaves en la mandíbula, los pómulos y el perfil. Las orejas son grandes y erguidas, están bien separadas y tienen una base ancha y puntas bastante afiladas. Los ojos también son grandes, almendrados y se rasgan levemente hacia arriba en dirección a las orejas. El color de los ojos preferido es verde claro, pero también se acepta el ámbar. El manto debe ser brillante, sedoso y fino, pero tupido y elástico al tacto. La marca en forma de M debe estar bien perfilada. También presenta otras rayas entre las orejas por detrás del cuello y a lo largo de la columna, que en el ideal se dividen en motas. Estas deben unirse formando una raya continua hasta la punta de la cola. Debe haber también uno o más anillos en la parte superior del pecho, divididos en el centro. Las marcas de los hombros pueden ser rayas o motas, y las patas delanteras deben presentar numerosas bandas de color. En los muslos y el lomo deben observarse bandas y en la parte superior de las patas traseras, motas. El pecho y el estómago suelen tener motas similares a los botones de un chaleco.
Una raza similar del mau egipcio es el oriental de pelo corto con manto moteado al que se le llamó en algún momento mau, pero se trata de una raza distinta con manchas redondas y uniformes.
El mau egipcio dispone de cuatro variedades de pelo: plateado, con manchas de color azulado oscuro sobre un fondo plateado claro; el bronce, con manchas marrones con un tono bronceado en el fondo; el color humo, que está moteado con manchas negras en un fondo de color crema; y el peltre.
LA SALUD DEL MAU EGIPCIO
No se han notificado patologías que afecten con mayor propensión a esta raza. Puede deberse a que, a día de hoy, no es muy abundante. Podemos resaltar la aparición de enfermedades respiratorias si estos gatos se someten a cambios bruscos de temperatura. También podrían padecer asma felino.
LA PERSONALIDAD DEL MAU EGIPCIO
Es un gato muy independiente e inteligente, como la mayoría de los gatos, aunque es cariñoso y amistoso. Es posesivo con sus juguetes, al igual que con los dueños, y fiel con los mismos. Debido a que es un gato muy territorial y celoso no se recomienda dejarlo solo jugando con niños
CONCLUSIÓN
El patrón característico del pelaje del Mau egipcio lo hace inconfundible. Por desgracia, es una raza rara hoy en día, a pesar de que, además de su aspecto llamativo y distinguido, muestra un excelente carácter que lo convierte en un buen compañero para cualquier hogar.
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