EL ORIGEN DEL SPHYNX

Llamado en un principio «canadiense sin pelo», el gato Sphynx es oriundo de Toronto (Canadá).

Surgió en el año 1966, en una camada de gatos de pelo corto; dentro de esta, apareció un gatito sin pelo como resultado de una mutación genética natural. Hay que decir que ese no fue el primer ejemplar de gato sin pelo, ya que, a finales del último siglo, un par de gatitos sin relación con el esfinge moderno nacieron en el país de México. 

Desde entonces, el Sphynx comenzó a cruzarse tanto con otros gatos sin pelo como con gatos de pelo corto, esto buscando la mejor salud para la raza, ya que el gen sin pelo por duplicado es mortal (los fetos no se desarrollan y son reabsorbidos por la madre). En reconocimiento a su parecido con los gatos vistos en los antiguos jeroglíficos egipcios, más tarde el gato fue denominado «esfinge». 

La raza fue reconocida en el año 2005 por la Asociación Internacional del Gato (TICA); y la Asociación de Aficionados de los Gatos la reconoció en el año 2002.

¿CÓMO ES EL GATO SPHYNX?

El "Sphynx" es un gato de tamaño pequeño-mediano que se caracteriza principalmente por sus grandes orejas y piel libre de pelo, ligeramente arrugada y de aspecto tacto agradable y cálido. Esbeltos y musculados, a pesar de su pequeño tamaño resultan ligeramente pesados al tomarlos en brazos; un macho de "Sphynx" pesa entre 3,5 y 5 kg y la hembra, entre 3 y 4 kg.  

Tienen la cabeza triangular, con los ojos bien separados y los pómulos prominentes que recuerda a los gatos del antiguo Egipto, cuyo parecido inspiró la denominación de la raza. Además de no tener pelo, el rasgo más destacable del esfinge son sus grandes y triangulares orejas, parecidas a las de los murciélagos y que le confieren la expresión de un simpático extraterrestre. El esfinge usa los dedos como medio para investigar cualquier cosa que llame su atención.   

Aunque de no tener pelo, no hay dos gatos esfinge que sean iguales. Las principales diferencias están en el patrón que aparece en su piel y en el poco pelo que tienen (una fina pelusa). Los colores pueden ser sólidos (blanco, negro, rojizo, marrón o lavada) o pueden tener un patrón concreto mucho más llamativo (bicolor, calicó, atigrado, carey, colorpoint y tonquinés). 

LAS PRINCIPALES ENFERMEDADES DEL GATO SPHYNX

Al igual que muchos gatos, los "Sphynx" son propensos genéticamente a la miocardiopatía hipertrófica (MCH), que es la forma más común de cardiopatía en gatos y que provoca el agrandamiento (hipertrofia) del miocardio.  

Las complicaciones cutáneas también son habituales debido a la falta de pelaje, siendo propensos a la urticaria pigmentosa, una enfermedad cutánea que provoca úlceras con costra, y al cáncer de piel. Por ello, es crucial controlar su exposición al sol y protegerlos con cremas para el sol de alta calidad (protección 100 o para alergias al sol). También son proclives a desarrollar candidiasis cutánea y puede que tengas que bañarlo con un champú antifúngico especial de forma regular.  

Las infecciones en la base de las uñas son también regulares, por lo que hay que expone las uñas del gato todas las semanas y limpiarlas bien con un bastoncillo.

Ya que no hay pelaje que ayude a regular la temperatura, el gato "Sphynx" es propenso a los resfriados, por lo que hay que ponerles jerseys en las épocas más frías. 

En lo que respecta al peso, el gato Sphynx tiene tendencia a la obesidad, por lo que debemos cuidar su alimentación, ya no solo por el problema en sí que representan el sobrepeso y la obesidad, sino porque el roce de los pliegues de piel que esta enfermedad crea puede producir llagas, úlceras e infecciones por levaduras muy dolorosas.

LOS CUIDADOS ESPECÍFICOS DEL GATO SPHYNX

El gato Sphynx, a pesar de no poseer pelo y ser en apariencia un gato "cómodo" a la hora de la convivencia en casa, requiere de algunos cuidados específicos para que su salud y aspecto sea óptimo. 

Lo primero que tenemos que saber es que será necesario bañarlo cada 15 días con agua templada y agradable, después lo envolveremos en una toalla caliente para abrir bien los poros de la piel para después enjabonarlo, usando para ello un champú suave e hipoalergénico, especial para cachorros o razas sin pelo. Frotaremos a conciencia, pero sin ser demasiado bruscos, para que la piel quede limpia y no se formen puntos negros ni barros. 

Limpiaremos bien la base de las uñas (esto de forma diaria) con un bastoncillo para evitar infecciones y, una vez nuestro gato sphynx está aclarado, lo secaremos con una toalla gruesa y suave, esforzándonos en las zonas más delicadas, como los pliegues de la piel y las almohadillas. Si dejamos una zona húmeda, podemos propiciar la aparición de hongos o dermatitis. 

LA ALIMENTACIÓN DEL GATO SPHYNX

El gato Sphynx suele tener cierta tendencia a engordar, así que tendremos que elegir para él una alimentación base de calidad, siendo la mejor opción un pienso sin cereales con proteína animal como base; dado que el omega 3 es imprescindible para el buen cuidado de la piel, podemos elegir el pienso para gatos adultos de Reis d'Aranda de pato con sardinas o el de pescado blanco con caviar. 

No podemos olvidar que tenemos que darles de forma diaria latas, patés y sopas específicas (la cantidad dependerá del peso de nuestro gato), para que esté bien hidratado. El agua que tenga a su disposición será abundante, limpia y fresca. 

Si nuestro gato no toma el agua suficiente, las probabilidades de sufrir problemas renales se disparan. 

LA PERSONALIDAD DEL GATO SPHYNX

El gato Sphynx es un animal extrovertido y sociable que adora el contacto humano y convive bien con otras mascotas, buscador incansable de afecto, es una gran opción como compañero de cama o sofá; juguetón, dulce, enérgico... 

Especialmente hablador, este gato elegante y de aspecto delicado ronronea a la mínima, y es una excelente opción para familias con niños o ancianos.

 CONCLUSIÓN

El gato Sphynx es una maravillosa opción para aquellas personas alérgicas al pelo del gato (no a la proteína de la saliva) o que quieren un animal que no suelte pelo y sea especialmente cariñoso. 
Desde Reis d'Aranda, siempre animamos a adquirir nuestra mascota de la forma más responsable posible, siendo tan válida la adopción como la compra en un criador especializado. Si optamos por la segunda opción, lo haremos siempre en un criador familiar y federado en un club felino nacional o internacional, que nos asesore correctamente a lo largo de la vida de nuestra mascota y nos proporcione las pruebas de salud específicas de sus ancestros.