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EL PARVOVIRUS CANINO
INTRODUCCIÓN
La parvovirosis canina es una de las principales enfermedades virales caninas. Afecta principalmente a cachorros de perro, aunque también puede infectar a gatos, produciendo alteración de las vellosidades intestinales, manifestada clínicamente como diarrea sanguinolenta y maloliente, junto con un deterioro del estado físico e interno del animal.
El pronóstico es regular con un tratamiento un poco complicado para cachorros con la infección avanzada. La sintomatología del animal va a depender de la carga vírica que presente. Por ello es necesario un correcto diagnóstico y tratamiento precoz. Dicho tratamiento se basa en una dieta rica en electrolitos, junto con reposición intravenosa hidroelectrolítica, necesitando ingreso hospitalario inmediato en algunos casos.
¿QUÉ ES EL PARVOVIRUS CANINO?
El parvovirus canino tipo 2, representa la principal causa de enteritis viral en perros. Apareció por primera vez a finales de 1970, caracterizado por un cuadro de diarreas hemorrágicas severas y vómitos. Esta enfermedad, en sus comienzos, vino acompañada de grandes pérdidas económicas en criaderos civiles y militares de Estados Unidos de América, donde se empezó a estudiar.
El parvovirus canino tipo 2 (CPV-2) está emparentado con el virus de la panleucopenia felina (FLPV), el virus de la enteritis de los visones (MEV), el parvovirus de los mapaches (RPV) y el parvovirus del zorro azul (BFPV), con los que comparte similitudes genéticas.
Es una enfermedad de alta morbilidad (proporción de seres vivos que enferman en un sitio y tiempo determinado) y mortalidad (proporción de seres vivos que mueren en un sitio y periodo determinado con respecto al total de la población) con distribución en todo el mundo y variantes de cepas. Existen: parvovirus canino tipo 2 a-b y c.
El CPV-2 afecta principalmente a animales de temprana edad (cachorros) ya que necesita células en alta tasa de división (mitosis). Actualmente se han descriptos estudios donde son afectados perros adultos con similar sintomatología.
SÍNTOMAS DE PARVOVIRUS CANINO
Los síntomas que pueden aparecer a causa del contagio del Parvovirus, que por lo general atacará primeramente al tejido linfático y al intestinal, son:
- Diarrea (que suele ir acompañada de hemorragia).
- Vómitos.
- Fiebre.
- Falta de apetito y decaimiento.
- Apatía y/o letargo.
- Depresión.
- Pérdida de peso.
- Dolor a la palpación de abdomen.
En casos más graves, deshidratación (más o menos severa, ya que el virus afecta al tracto intestinal) y muerte del paciente.
En algunas ocasiones la enfermedad puede darse sin ir necesariamente asociada a síntomas, por ejemplo en el caso de perros adultos que la contraen, más resisten a la enfermedad.
El virus actúa lesionando las células del epitelio intestinal y es habitual que estas lesiones favorezcan que las bacterias que normalmente están presentes en la flora intestinal deriven al torrente sanguíneo y provoquen una infección bacteriana generalizada, derivando en un shock séptico o endotóxico, que puede ir acompañado de una coagulación intravascular diseminada (CID).
La gravedad de los síntomas en el cachorro dependerá de su estado inmune, su edad, el número de vacunas para prevenir el contagio del “parvo” que se le hayan administrado y la cantidad del virus a la que haya sido expuesto, además de la raza del cachorro, ya que hay razas que, genéticamente, son menos propensas a responder satisfactoria mente a los tratamientos (Doberman Pinschers, Rottweiler, Pastor Alemán…).
El CPV-2 está presente en grandes cantidades en materia fecal de perros infectados desde donde se transmite por contacto oro-nasal al animal sano.
Una vez en el interior; este virus necesita células con alta tasa de reproducción:
- Tejido linfoide
- Células Cardiacas
- Células intestinales
- Medula ósea
El CPV-2 tiene alta resistencia al medio ambiente llegando a durar con capacidad infectante de 6 meses a 1 año. Por este motivo es importante para su control el correcto saneamiento y desinfección de lugares donde habitaron caninos con esta patología.
Su periodo de incubación es de 5 a 10 días dependiendo cepa viral, estado del animal y títulos de Ac. maternos.
El CPV-2 se caracteriza por dos formas clínicas específicas, una cardiaca y la más conocida “intestinal o digestiva”. Sin embargo, los primeros síntomas son caracterizados por letargia, fiebre, inapetencia, vómitos, deshidratación y diarreas sanguinolentas. La mortalidad es superior en la cardiaca.
En la forma entérica, la diarrea generalmente aparece de 6 a 24hs de los primeros síntomas y el vómito puede o no estar presente. Muchas veces está el reflejo del mismo, pero es improductivo (sin contenido). La diarrea es de olor fuerte a pútrido y sanguinolenta, la cual lleva a una severa deshidratación del animal.
La forma cardiaca; se diagnostica mayormente en cachorros menores a 12 semanas de edad. Tiene una tasa de mortalidad de 50% a 60%. Los cachorros con esta afección pueden aparecer muertos sin sintomatología previa y esto es debido a fallas en la conducción nerviosa de impulso cardiaco. Algunos autores sugieren que esto ocurre porque el virus llega al corazón antes que al resto de los sistemas de organismo provocando así la muerte del animal.
¿CÓMO SE PREVIENE EL PARVOVIRUS CANINO?
El Parvovirus no se cura únicamente con medicación o con remedios caseros. Es un virus potencialmente letal que puede afectar a otros perros de la casa que convivan con el portador.
La mejor manera de combatir el contagio del Parvovirus es a través de la vacunación de los cachorros, acudiendo a nuestro veterinario para que nos indique cuál es el mejor momento para hacerlo. Además, unos hábitos que impidan la exposición del cachorro a heces de perros potencialmente contagiados, ayudará a minimizar las posibilidades de contagio, como por ejemplo evitar que cachorros no acabados de vacunar salgan a la calle o que interaccionen con perros adultos vacunados y, por lo tanto, inmunizados.
Sin embargo, si no tomamos suficientes precauciones en relación con la higiene y evitamos el contacto con la materia fecal de otros perros, el CPV puede resultar mortal en cachorros o perros afectados que cuenten con un sistema inmunológico débil.
Desparasitar adecuadamente a nuestros animales y vacunarles contra la enfermedad es la única manera de evitar las consecuencias del “parvo”, además de otras patologías con origen parasitario.
¿PUEDE CURARSE EL PARVOVIRUS?
Al igual que en casi todas las infecciones víricas no hay tratamientos específicos: todos son sintomáticos, consiste principalmente en combatir los síntomas por ejemplo revertir la deshidratación, reponiendo los líquidos y electrolitos perdidos (ej. suero: Ringer lactato), controlando mediante medicación apropiada los vómitos y la diarrea y evitando las infecciones secundarias con la administración de antibióticos. Los perros enfermos deben mantenerse abrigados y con una buena alimentación, y deben separarse de otros perros. Es esencial la limpieza y desinfección de las áreas donde los perros se alojan para controlar la dispersión del virus. Principalmente administrar antiemeticos y antiácidos, además antidiarreicos y en lo posible los primeros dos días mantenerlos a dietas, para incorporarles comidas de a poco. En los últimos años y a raíz del virus de influenza H1N1, numerosas declaraciones en la web mencionan que el uso de oseltamivir proporciona grandes mejorías contra el parvovirus, siendo vital que se administre antes de 48 horas desde que el virus se hace presente. En febrero del 2010, un artículo de la universidad de Auburn menciona que el uso de oseltamivir contra el parvovirus no está claro, sin embargo les hace ganar peso y aunque se necesita más investigación al respecto (ya que sólo trabajaron con 35 perros) no se reportaron efectos secundarios adversos.
CONCLUSIÓN
En las primeras etapas de la infección, las pruebas rápidas de antígenos en las heces pueden proporcionar resultados falsos negativos. Es crucial realizar pruebas de detección adecuadas, ya que un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en el tratamiento y recuperación del perro; así mismo, es imprescindible realizar un calendario de vacunación correcto y adquirir a nuestro cachorro en un lugar serio y seguro donde nos entreguen la cartilla de vacunación correctamente rellenada.
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