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LA HIDROCEFALIA EN LOS CACHORROS
¿QUÉ ES LA HIDROCEFALIA?
La hidrocefalia es la acumulación de líquido dentro de las cavidades profundas del cerebro, o ventrículos. El exceso de líquido aumenta el tamaño de los ventrículos y ejerce presión sobre el cerebro.
El líquido cefalorraquídeo generalmente fluye a través de los ventrículos y cubre el cerebro y la columna vertebral. Sin embargo, la presión por un exceso de líquido cefalorraquídeo puede dañar los tejidos cerebrales y causar una serie de síntomas relacionados con la función cerebral.
SÍNTOMAS DE LA HIDROCEFALIA
Los signos clínicos de la hidrocefalia en perros pueden variar en función de la parte del cerebro que está siendo comprimida, la extensión del daño cerebral, la edad del perro cuando surgió la condición, y la causa de la acumulación de líquido. Algunos perros pueden llevar una vida normal con esta enfermedad, mientras que otros padecen síntomas neurológicos debilitantes.
Signos de hidrocefalia en perros pueden incluir:
- Cráneo grande en forma de cúpula y fontanelle persistente (punto blando en la cabeza)
- Ojos muy abiertos y posición anormal de los ojos (fijos hacia abajo y hacia fuera)
- Dificultad de aprendizaje y de adiestramiento
- Dificultad para beber
- Dificultad para beber y comer
- Personalidad y comportamiento
- Cambios en la personalidad y el comportamiento
- Presión de la cabeza
- Vocalización inapropiada
- Ceguera
- Convulsiones
CAUSAS DE LA HIDROCEFALIA
El líquido cefalorraquídeo (LCR) rodea el cerebro y la médula espinal, protegiendo el delicado tejido y proporcionando nutrientes. Se produce en los ventrículos del cerebro y es reabsorbido por el cuerpo a medida que completa sus tareas necesarias. Sin embargo, el exceso de LCR puede acumularse en el cerebro si:
- Se obstruye el flujo o la absorción de LCR
- Se acumula una cantidad excesiva de LCR en el cerebro.
- Se produce demasiado LCR
En los perros, la obstrucción es mucho más común, y existen dos tipos básicos: congénita y adquirida. Aunque los resultados son los mismos, las causas son diferentes.
HIDROCEFALIA CONGÉNITA: Los perros con hidrocefalia congénita nacieron con un defecto en las estructuras que normalmente facilitan el flujo o la absorción del LCR. Cuando los perros nacen con hidrocefalia, el cráneo sigue siendo lo suficientemente blando como para expandirse a medida que el cerebro se hincha con el líquido, lo que da lugar a una cabeza grande en forma de cúpula y, a menudo, a una fontanela abierta evidente.
Ciertos perros están predispuestos a la hidrocefalia congénita, especialmente las razas toy y braquicéfalas como:
- Chihuahua
- Yorkshire terrier
- Boston terrier
- Pomerania
- Perrito inglés
- Bulldog inglés
- Pomerania
- Lhasa Apso
- Pomerania
- Pug
- Pequinés
- Maltés
- Pequinés
- Maltés
HIDROCEFALIA ADQUIRIDA: La hidrocefalia adquirida puede darse en cualquier raza y a cualquier edad. Los perros con hidrocefalia adquirida nacen con cerebros normales, pero desarrollan una obstrucción que interfiere con el flujo o la absorción del LCR. El desarrollo más común es un tumor cerebral, pero hay otras posibilidades.
Causas de hidrocefalia adquirida incluyen:
- Tumor cerebral
- Traumatismo cerebral
- Hemorragia cerebral
- Traumatismo cerebral
- Infección cerebral bacteriana o vírica
- Enfermedad inflamatoria cerebral
- Déficit de vitamina A
- Exposición a ciertos medicamentos
- Problemas cerebrales.
- Exposición a determinados fármacos, sustancias químicas o toxinas
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA HIDROCEFALIA?
Debido a que la hidrocefalia puede provocar la muerte del tejido cerebral, el diagnóstico precoz es importante.
La hidrocefalia congénita puede causar la muerte del tejido cerebral.
La hidrocefalia congénita a menudo se puede reconocer sólo por la forma distintiva de la cabeza y los síntomas. Sin embargo, un veterinario suele pedir pruebas para confirmarlo. Además, muchas razas de perros con predisposición a la hidrocefalia están predispuestas a otras afecciones, por lo que también es importante descartarlas.
La hidrocefalia es un trastorno que afecta a todos los perros.
Las pruebas deben incluir exámenes físicos y neurológicos, perfiles sanguíneos y químicos, hemograma, panel de electrolitos y análisis de orina. Una vez descartadas otras afecciones, se puede recurrir a la resonancia magnética y al análisis del LCR para obtener un diagnóstico definitivo.
La resonancia magnética es el método más fiable y completo para diagnosticar la hidrocefalia en perros. No sólo podemos ver los ventrículos agrandados, sino que también podemos ver qué lo está causando. En algunos casos, se realiza una punción lumbar después de una resonancia magnética para comprobar si hay infección.
¿CÓMO SE TRATA LA HIDROCEFALIA?
El tratamiento de la hidrocefalia depende de la gravedad, el tipo y la causa. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la hidrocefalia en perros se maneja y no se cura. Para la hidrocefalia leve a moderada, el tratamiento generalmente comenzará con medicamentos:
- Los corticosteroides reducen la inflamación y la presión
- Inhibidores de la bomba de protones
- Los inhibidores de la bomba de protones disminuyen la producción de LCR
- Los diuréticos pueden aumentar la salida del LCR y disminuir su producción
- Los medicamentos anticonvulsivos reducen la frecuencia, la duración y la gravedad de las convulsiones
- Desgraciadamente, el tratamiento médico a menudo sólo proporciona una solución temporal. Un tratamiento más definitivo requiere cirugía con un neurocirujano altamente especializado.
Para la hidrocefalia grave o que no responde a la medicación, se recomienda la derivación ventriculoperitoneal (VP). Se coloca quirúrgicamente un tubo especializado bajo la piel para redirigir el líquido del cerebro al vientre. La colocación de la derivación es un procedimiento complejo que conlleva un riesgo considerable, pero es una solución a largo plazo con una alta tasa de éxito en las manos adecuadas, como las de los expertos de Neurología Veterinaria del Sudeste. Los pacientes siguen requiriendo un estrecho seguimiento y pueden necesitar cirugías posteriores para reemplazar las derivaciones que se han quedado pequeñas, se han movido o han fallado de alguna otra manera.
CONCLUSIÓN
La hidrocefalia es una enfermedad grave y a menudo potencialmente mortal. Para los perros con síntomas leves y los perros que responden bien al tratamiento, los resultados pueden ser positivos. Para los perros con síntomas graves, los perros que no responden al tratamiento y los perros con causas subyacentes intratables, el pronóstico es menos optimista.
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