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LA PIOMETRA
INTRODUCCIÓN
La piometra es una enfermedad infecciosa producida por bacterias que se caracteriza por la presencia de pus dentro del útero.
¿QUÉ ES LA PIOMETRA?
La piometra es una enfermedad originada por una infección en el útero y acumulación de secreciones y pus en su interior. Es muy frecuente en las perras que han alcanzado la madurez sexual. También afecta a las hembras de gato, conejo, hurón y cobaya, es muy poco frecuente en la especie humana. Se trata de una enfermedad grave de inicio súbito y consecuencias potencialmente mortales si no se trata a tiempo, por lo que puede considerarse una urgencia. Debido a que ocurre en un órgano que se encuentra en la cavidad abdominal, se ha comparado con la apendicitis pues en ambos procesos se produce acumulación de pus en el interior de un órgano hueco.
CAUSAS DE LA PIOMETRA
La piometra es la consecuencia de los cambios que sufre el útero en el metaestro (periodo posterior al celo). Puede ocurrir a cualquier edad una vez alcanzada la fertilidad, aunque es más común a medida que el animal se hace mayor. El momento de riesgo máximo para su aparición es entre la 6a y 8a semana después del inicio del celo. Normalmente durante esta fase el cuello del útero que ha permanecido abierto durante el celo comienza a cerrarse y el endometrio vuelve a su estado habitual.
Sin embargo puede ocurrir una hiperplasia endometrial quística como una inadecuada respuesta a la secreción de la hormona progesterona que tiene lugar en este periodo, lo que significa que la zona más interna de la pared del órgano aumenta excesivamente de grosor y se forman quistes. En esta situación, las bacterias que han emigrado al útero procedentes de la vagina, encuentran unas condiciones favorables para su crecimiento. Además la progesterona disminuye la contractibilidad del útero y aumenta la secreción de moco lo que facilita el cierre del cérvix y dificulta el drenaje del órgano.
El cierre del cérvix en un factor importante en la gravedad de la enfermedad. Si este permanece abierto las secreciones producidas por la infección pueden ser expulsadas, lo que facilita la curación. Esto se llama piometra abierta. Por el contrario si el cuello del útero permanece totalmente cerrado, el pus y las secreciones no pueden ser expulsadas a través de la vulva por lo que se acumulan y el útero se distiende. Es lo que se conoce como piometra cerrada. En estas circunstancias no es raro que el útero puede llegar a romperse y la infección se disemine dentro de la cavidad peritoneal produciendo una peritonitis que puede ser mortal.
En los hurones se trata de un proceso poco común que puede darse en la fase inicial de una pseudogestación, se han visto involucrados Streptococcus spp., Staphylococcus spp., E.coli, Corynebcteryum spp. Aparece depresión, anorexia y fiebre y hay riesgo de peritonitis por rotura de útero. La ovariohisterectomía es la única opción terapéutica.
En las gatas tiene algunas características específicas. En las gatas (y en las conejas), la ovulación es el resultado de un reflejo neuroendocrino que solo se inicia por estimulación mecánica de la vagina, es decir la gata ovula en respuesta a la estimulación de la vagina por el macho. Por ello la enfermedad aparece después de la monta no fértil, o bien por administración exógena de progesterona (anticonceptivos)
SÍNTOMAS DE LA PIOMETRA
Los signos y síntomas más frecuentes son :
- Descarga vaginal que puede ser sanguinolenta o purulenta (con pus) y está presente en el 85% de los casos.
- Letargia en el 62%.
- Inapetencia en el 42%,
- Poliuria y polidipsia (sed excesiva) en el 28%.
- Menos usual es la presencia de diarrea, nicturia (micción nocturna) y agrandamiento abdominal.
Si la enfermedad sigue evolucionando, el animal puede llegar a estado de shock circulatorio, como consecuencia de septicemia (presencia de bacterias en la sangre), toxemia (toxinas en la sangre), insuficiencia renal y peritonitis.
TRATAMIENTO DE LA PIOMETRA
El tratamiento de elección es quirúrgico. Se realiza una intervención que consiste en la extirpación de los ovarios y el útero. Previamente puede ser necesario administrar tratamiento antibiótico y la infusión de suero para mejorar la situación del animal y combatir la deshidratación.
En un número reducido de casos se puede realizar tratamiento con antibióticos y prostaglandinas (sustancia que aumenta la contracción uterina), lo cual permite evitar la cirugía y mantener la capacidad reproductiva; pero esta opción solo es aplicable en casos seleccionados en que la situación general es buena y el piometra es abierto
CONCLUSIÓN
La castración preventiva evita la aparición de infecciones uterinas (como es de esperar) pero nunca debemos olvidar que las castraciones deben hacerse cuando el animal ya tiene su tamaño definitivo, nunca debe hacerse antes del año en los perros ni antes de los 6 meses en los gatos, conejo y cobayas. Esto debido a la gran importancia que tienen las hormonas en el crecimiento y desarrollo mental y físico del animal. Es importante también saber reconocer los síntomas para poder actuar con rapidez.
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