Su nombre ya lo dice todo: el conejo azul de Viena proviene de Austria. No solo es precioso por su brillante pelaje...
LA REPRODUCCIÓN EN LOS HÁMSTERS
INTRODUCCIÓN
Los hámsters son unos de los mamíferos que más rápido y con mayor “facilidad” se reproducen, dando a luz camadas muy numerosas que pueden dar pie a que más de uno crea que es una forma rápida de conseguir dinero o que puede ser una gran experiencia para sus hijos pero, en realidad, nunca debemos tomar a la ligera la cría de ninguna mascota, sea cual sea su tamaño. Los hámsters solo deben reproducirse bajo la atenta supervisión de una persona experimentada que sepa manejar una responsabilidad de este calibre con seriedad.
Los hámsters (sirios y enanos) poseen varias características en común en lo que se refiere a la reproducción y los cuidados que esto conlleva pero, algo que todos tienen en común y que tenemos que tener en cuenta, es que no debemos usar nunca para la cría animales enfermos, desnutridos o que tengan un tamaño excesivamente pequeño.
A pesar de que estos simpáticos animales son capaces de reproducirse con solo 28 días de edad, tenemos que tener en cuenta que un embarazo precoz puede resultar fatal para la madre ya que no estará correctamente desarrollada, por lo que la edad más correcta para comenzar a criar (en ambos sexos) son los 3 meses. El celo en los hámsters se presenta cada 4 días, si la hembra está receptiva tendrá lugar la cópula y los juegos asociados, que tienen una duración total de entre 20 y 30 minutos; si la hembra no está receptiva (en “celo”) y la juntamos con el macho lo más seguro es que el encuentro termine en una pelea. Estas riñas pueden subir muchísimo de nivel y finalizar con un macho magullado o incluso castrado a mordiscos por la hembra, así que debemos mantener una vigilancia constante durante el proceso para poder intervenir en el caso de que haga falta o separarlos una vez se hayan realizado varias montas en el tiempo previsto.
Si la hembra está receptiva (el “celo” dura entre uno y dos días) esta adquirirá una postura sumisa llamada “lordosis”, en la que se tumbará en el suelo con el rabo levantado a la espera de la monta.
Los hámsters realizan varias montas seguidas, así que la probabilidad de embarazo es mucho más alta que en otras especies. Tenemos que tener en cuenta que, aun durando el celo entre 1 y 2 días, el periodo “receptivo” como tal de la hembra es mucho más corto, así que no debemos demorarnos en este sentido y llevar un calendario de cada ejemplar.
EL APAREAMIENTO EN EL HÁMSTER SIRIO
Para poder cruzar a nuestros hámster “sirios” lo primero que tenemos que tener en cuenta es la correcta selección de los reproductores (morfología, color, salud…) pero, una de las cosas más importantes es el tema de la edad (como hemos comentado antes); en el caso de los hámster “sirios” la hembra tiene que tener entre 4 y 5 meses (momento en el que habrá alcanzado la madurez sexual plena) mientras que el macho tendrá que ser un poco más mayor que ella.
Tenemos que llevar a la hembra a la jaula del macho, de esta forma el instinto territorial de ella se verá mermado y no será tan fácil que ataque al macho (cosa que sí sucedería de hacerse a la inversa), retiraremos toda la comida para evitar que se distraigan y vigilaremos su reacción, si no está en celo atacará y tendremos que volver a intentarlo en uno o dos días. Si todo va bien empezará el ritual de apareamiento y, en ocho o diez días, mostrará síntomas de embarazo.
EL APAREMIENTO EN EL HÁMSTER ENANO
En el caso de los hámster pertenecientes a especies “enanas” la edad mínima de cria para las hembras será de entre 3 y 4 meses, mientras que nos decantaremos por machos que tengan su misma edad o sean un poco más mayores. Debido a que poseen una naturaleza más sociable que el hámster “sirio” para con sus congéneres, no importa en absoluto en la jaula dónde los coloquemos aunque los especialistas recomiendan utilizar una “jaula de apareamiento”, la cual solo se usa para este fin. Si utilizamos este método es recomendable el dejar al macho un par de horas antes en la jaula para que se familiarice, sin comida que pueda distraer a ninguno de los dos.
El cortejo y el tiempo de apareamiento es bastante similar respecto al hámster “sirio” pero con la diferencia de que, si la hembra se muestra dócil y cómoda con el macho, podemos dejarlos juntos hasta el día 19 del embarazo (el día de antes de parir), después tendremos que separarlos obligatoriamente.
LA GESTACIÓN Y EL PARTO
El periodo de gestación de los hámster depende de su especie; en el caso de los hámster “sirios” este tiene una duración de 16 días mientras que, en los “enanos”, es de 20 días. Algunos de los síntomas que dan pie a la confirmación de un embarazo son los cambios físicos, como en la foto que encontramos a la izquierda, donde podemos observar como el cuerpo de la hembra ha tomado forma de “pera”; su carácter es más reservado, sensible y nervioso: comen más, guardan más comida, hacen un nido…
Nuestro deber es proporcionarle todos los cuidados necesarios, entre los que destacan una alimentación abundante, variada y de calidad (rica en proteínas) y que tenga acceso a agua abundante y gran cantidad de material para hacer su nido, sino este será pobre y los bebés podrían morir de frío o ser desperdigados al no tener un lugar apto.
ATENCIÓN
Es recomendable que el encargado de la madre sea la persona con la que tenga más confianza y se eviten olores o ruidos extraños, de esta forma los niveles de estrés serán bajos.
En parto suele suceder a últimas horas de la tarde o durante la noche, siendo bastante complicado que seamos testigos de ello. Las crías nacen en intervalos, dando tiempo a la madre para romper la bolsa amniótica, cortar el cordón umbilical y limpiar y secar bien a la cría antes de que nazca la siguiente. El proceso completo no dura nunca más de treinta o cuarenta minutos.
Antes de colocar todo el material para que nuestra hámster pueda hacer su nido, es obligatorio que realicemos una limpieza profunda de la jaula tres días antes de la fecha prevista de parto, posteriormente no podremos hacerlo así que tenemos que asegurarnos de que todo queda muy limpio y listo para la llegada de los bebés. Si lo hacemos después de esta fecha nuestro olor quedará impregnado en el hábitat de la hámster y, aun estando acostumbrada a nosotros, podría alterarse.
Tal y como hemos comentado, el macho tiene que estar separado de la hembra obligatoriamente ya que podría volver a dejarla embarazada una vez hubiera dado a luz, cosa que no debe suceder hasta mínimo seis semanas después del parto. Por su bien, las hembras de hámster no deben criar más de dos veces a lo largo de su vida.
Una vez que el parto ha finalizado podremos observar que las crías son calvas, ciegas y sordas, están totalmente indefensas y no deben ser tocadas para nada hasta haber cumplido los 10 días de vida, si alguno fallece la madre se encargará y, de no ser así, retiraremos el cadáver usando unos guantes estériles para, de esta forma, evitar dejar nuestro olor en el nido, lo que provocaría que la madre se volviera agresiva y pudiera matar o abandonar la camada entera.
Las crías dependen totalmente de su madre para cubrir todas sus necesidades fisiológicas y se comunican con ella por medio de chillidos y ultrasonidos que la madre diferencia a la perfección; por el momento, ellos son sordos y no desarrollarán las orejas hasta que cumplan los ocho días de vida. Los ojos comenzarán a abrirlos sobre el día once o doce, momento en el que ya están completamente desarrollados y comenzarán a explorar la jaula, así como a probar el alimento sólido, el cual ingerirán casi por completo a los 14 días, complementándolo con leche materna.
Los bebés hámster deben permanecer con la madre hasta los 20 días de vida, es posible separarlos desde los 12 si hay algún problema (canibalismo) pero de no ser así no deben ser destetados hasta entonces porque es, durante estos días de crecimiento, cuando aprender cómo hacer las cosas y como no de mano de su madre y hermanos. Con 20 días deben ser separados de la madre y los machos separarse de las hembras para evitar embarazos indeseados y prematuros.
CONCLUSIÓN
Criar cualquier tipo de mascota es una tarea muy seria que no puede tomarse a la ligera, desde el momento en el que quieres ser criador o quieres tener una camada con tu mascota hay que estudiar mucho, informarse muy bien, considerar los pros y los contras, tener en cuenta las dificultades que pueden surgir y la forma en la que daremos luego a esas crías en venta o adopción (así como contar con el espacio suficiente para poder mantenerlos bien hasta entonces).
Si quieres criar con tus mascotas infórmate muy bien en los clubes oficiales de cría (RSCE, ASNAC, AECCE...) y no te dejes llevar por la ilusión de tus hijos o la tuya propia: son vidas que van a depender de tí, que llegan al mundo porque tú quieres.
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