INTRODUCCIÓN

Esta es una pregunta muy habitual que se da entre los dueños primerizos, sobre todo entre los padres quienes se llevan las manos a la cabeza cuando su mascota muerde a sus hijos, creyendo que van a contagiarles la peste o la rabia.

Cuando adquirimos un hamster o una rata (en especial, si es de variedad enana en el caso de los hámsteres) es muy posible que nuestra primera interacción con él termine de forma algo desagradable, bien porque nos ha mordido o lo ha intentado; es un animal que está asustado, no nos conoce, está en un lugar extraño... Este mordisco puede ser suave (como un pellizco sin herida) o muy fuerte (pudiendo hacernos una herida, quedarse colgando del dedo...). Esto nos da rabia y es doloroso,  pero tenemos que entender que nuestro pequeño amigo está estresado y solo trata de defenderse de una criatura grande que puede hacerle mucho daño.

¿Por qué muerden las ratas y los hámsteres?

Es importante tener en cuenta que estos animles no son agresivos y, si se comportan de esta forma, lo más probable es que sea a raiz de un dolor intenso o de estrés. En el caso de los hámsteres son prácticamente ciegos y nos es bastante fácil tomarlos por sorpresa, asustándolos mucho.

Esto también nos lleva al segundo motivo por el cual muerden, ya que al ser ciegos tienen sus otros sentidos mucho más desarrollados, principalmente el olfato, por lo que si nos sienten olor a comida en las manos puede que se confundan y crean que los vamos a alimentar.

Es mejor darles un poco de espacio cuando llegan a casa, y debemos tener también muy en cuenta que si nuestra rata o hámster proviene de una tienda de mascotas es muy probable que nadie se haya preocupado de seleccionar una línea de sangre sociable y dócil, así como nadie le ha socializado antes de ponerlos en venta; esto no pasa en casa de un criador ético, que desde que es seguro para las crías se preocupa de socializarlos, así como no solo selecciona la belleza, sino también el carácter y la salud. 

Cuando nos acerquemos a ellos (en especial a los hámsteres) es mejor hacerlo con cuidado y hablándoles suave, con cariño, para que sepa que estamos ahí. Si hemos comido, lo mejor es que nos lavemos las manos porque si huelen a comida es muy posible que se confundan y nos muerdan sin querer. 

¿CÓMO HAGO PARA QUE NO ME MUERDA?

El tener paciencia y darles espacio es la mejor solución, ganándonos su confianza poco a poco con comida y palabras suaves, así como ofreciéndoles un hábitat apto que reduzca sus niveles de ansiedad o estrés. 

En el caso de los hámsteres enanos Campbell la agresividad es parte de su naturaleza, siendo difícil de domesticar. De todos modos, es importante evaluar la razón de esa agresividad, acudiendo a un veterinario (por si fuera algo físico) o estudiando su hábitat (quizás hay algo en él que le estresa, como que es muy pequeño, no se respeta su naturaleza nocturna, no le dan intimidad, los perros o gatos de la casa le rondan...) 

Nunca tenemos que castigar a nuestra rata o hámster cuando nos muerde, si lo hacemos solo conseguiremos que piense que somos una amenaza, así que debemos ser pacientes y comprender que no nos entiende y, JAMÁS debemos gritarles o golpearles (aunque sea flojo), son animales sensibles y en el caso de los hámsteres muy frágiles.

¿SON PELIGROSOS SUS MORDISCOS?

Si el mordisco no nos ha hecho sangrar no tenemos que preocuparnos, pero si el mordisco es lo bastante profundo como para hacernos sangrar debemos tener en cuenta que más de 97% de los casos son totalmente inofensivos.

En el caso de que el mordisco nos haga herida, lo más importante es lavarnos bien la herida, desinfectarla y presionar hasta que deje de sangrar, nos pondremos una tirita y ya no tendremos que preocuparnos.

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Dentro de las complicaciones, existe un 2,5% de casos donde se presentaron reacciones alérgicas a la saliva del hamster, causando una hinchazón de la zona. Si ésta es tu situación, basta con tomar antihistamínicos orales para revertir la situación. En caso de que se presente una reacción alérgica más potente (cosa muy rara), puede que sea necesario que acudas a consulta médica.

En casos extremadamente raros (menos del 2,5%) sí pueden transmitirnos una infección bacteriana, por ejemplo la pasteurella aerogenes, la pasteurella pneumotropica o enfermedades como la coriomeningitis linfocitaria o el tétanos. Estos casos son EXTREMADAMENTE raros y se dan en caso de animales que han estado en contacto con roedores silvestres como los ratones de campo; una rata o un hámster sano, nacido y criado en cautividad, nunca nos contagiará nada.