Su nombre ya lo dice todo: el conejo azul de Viena proviene de Austria. No solo es precioso por su brillante pelaje...
EL GATO SIBERIANO
INTRODUCCIÓN
Los gatos siberianos son unos verdaderos amantes de la naturaleza. Lo que más impresiona a los admiradores de esta raza, conocida como Sibirskaja koschka en Rusia, su país de origen, es su aspecto y su carácter sencillo. Su pelaje abundante está adaptado a los inviernos gélidos y a los veranos calurosos de Siberia. Este los mantiene calientes durante la épocas frías del año y es lo suficientemente ligero para los meses de verano.
EL ORIGEN DEL GATO SIBERIANO
El gato siberiano solo se empezó a criar de forma sistemática a partir de los años 80. Desde 1990, también se ha vuelto muy popular entre los amantes de los gatos de Estados Unidos.
En Rusia, su país de origen, la denominación Sibirskaja koschka (gato siberiano) se utilizaba principalmente como un término colectivo para describir a los gatos domésticos musculosos y con un pelaje denso y suave. Los gatos de pelo largo se pueden encontrar en todas las regiones de Rusia y Siberia, aunque en menor proporción que los gatos de pelo corto.
No está claro desde cuándo el gen del pelo largo se ha extendido tanto en la población de gatos rusa. Mientras que algunos científicos parten de una mutación independiente, otros dan por hecho el cruce con gatos de pelo largo de Oriente. Incluso el origen exacto del gato siberiano en su país nativo es un tema controvertido. Durante mucho tiempo se daba por hecho que los gatos caucásicos salvajes eran parientes cercanos de los gatos siberianos. Estos se diferencian en el físico y en la textura del pelaje de los gatos salvajes africanos, que se consideraban los ancestros de todos los gatos domésticos. Sin embargo, los últimos estudios contradicen esta teoría. Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford ha descubierto que los gatos domésticos de todos los continentes descienden del gato salvaje.
Los gatos de pelo largo eran una rareza en Europa hasta el siglo XIX, por lo que la variedad rusa llamó la atención de los comerciantes y viajeros desde el principio. Los gatos siberianos ya se describieron en 1864 en una edición del Brems Tierleben y después aparecieron de forma esporádica en las publicaciones europeas.
Estos gatos de pelo largo de Rusia también formaron parte de la primera exposición de gatos del Crystal Palace de Londres en 1871. A través del gen de pelo largo heredado de manera recesiva, también pueden aparecer de repente gatitos de pelo largo en una camada de gatos de pelo corto. Estos ejemplares son los que posteriormente formaron la base de la cría de los gatos siberianos.
No obstante, al principio la raza cayó en el olvido después de la primera exposición en el Crystal Palace. En ese momento, la cría del gato siberiano apenas estaba comenzando. Los gatos de pelo largo eran una rareza y se cruzaban entre sí para conseguir descendencia de pelo largo. Por ello, el siberiano desapareció en el acervo genético de los persas y gatos similares, dando lugar a otras razas de gatos más populares y solicitadas. La situación política en la Rusia soviética también contribuyó a que este país desapareciera de la historia de la cría de gatos en aquel momento.
Los años 80 marcaron un nuevo comienzo. Estos gatos domésticos de pelo largo de Rusia aparecieron en la Alemania, donde se estableció una raza experimental en 1985. Los gatos resultantes se exhibieron a partir de 1986. Después de ello, todo se fue sucediendo. Desde 1987 el siberiano, entonces denominado «gato del bosque siberiano», fue reconocido oficialmente como raza independiente. La primera camada de la nueva raza nació el 12 de mayo de 1988 en Alemania del Este. La primera pareja de gatos del bosque siberiano llegó a las manos de una familia de emigrantes de Alemania del Oeste en 1987, lo que dio lugar a la primera camada registrada en 1989. A partir de ese momento, la raza, aún conocida como «gato del bosque siberiano», empezó a ganar más admiradores.
Aproximadamente durante la misma época se inició la cría sistemática del gato siberiano en Rusia. Pero cada asociación de criadores apoyaba estándares de cría distintos, de modo que el aspecto del felino aún no era homogéneo. Los primeros especímenes se exportaron de Rusia a EE. UU. mediante el primer gato siberiano que se fue a vivir a un hogar estadounidense en 1990. Sin embargo, los costes elevados de la importación de Rusia restringieron relativamente la población de gatos rusos de pelo largo en EE. UU.
En el presente, los gatos siberianos se crían en todo el mundo. El nombre cambió de «gato del bosque siberiano» a «gato siberiano» en 1991, sobre todo para diferenciarlo mejor del bosque de noruega. La raza fue reconocida oficialmente por la World Cat Federation en 1992 y en 1998 por la FIFe. En la lengua inglesa, a esta raza se la conoce bajo los nombres de «gato del bosque siberiano», «siberiano» o «gato siberiano».
¿CÓMO ES EL GATO SIBERIANO?
El gato siberiano desprende el encanto de un gato salvaje en miniatura. Su pelaje de longitud media, con una capa superior impermeable y resistente y un manto inferior denso, le brinda un aspecto parecido al maine coon y al bosque de noruega. No obstante, es notablemente más pequeño que un maine coon y tiene las patas más largas que los bosques de noruega. Los siberianos son musculosos y relativamente pesados, ya que pueden alcanzar los 9 kg. Esta es la razón de que lleguen a la edad adulta, como temprano, a los 3 años.
Los gatos siberianos no pueden negar su país de origen. En invierno su pelaje tiene una capa doble que es impermeable y los mantiene calientes gracias al subpelo tupido y fino. También es excepcional el collar que forma el pelo largo en el cuello y el pecho. Por el contrario, durante la época estival estos gatos pierden el manto inferior, de manera que su pelo se queda bastante más corto y ligero, ideal para los cálidos meses de verano del norte de Siberia. Sin embargo, la cola mantiene su pelaje denso incluso durante este periodo caluroso. Los mechones de pelo entre los dedos y de las orejas también se mantienen intactos durante la muda de pelo.
Los gatos siberianos tienen la cabeza redonda, con una frente curvada, ojos grandes y orejas medianas y anchas. El color de los ojos debería ser uniforme y combinar con el color del pelaje. Se aceptan todas las tonalidades desde el amarillo/dorado hasta el verde, incluso el azul o colores que no combinan, en el caso de los ejemplares de pelo blanco o bicolor.
Al igual que ocurre con numerosas razas de gatos, las distintas organizaciones de criadores tienen exigencias propias en cuanto al aspecto del gato siberiano. En función de la membresía de la organización, el criador aplica el estándar de la asociación internacional de criadores a la que esté afiliada su organización. Este hecho es más evidente con respecto al color del pelaje deseado. Según la organización paraguas TICA (The International Cat Association), el gato siberiano puede tener «todos los colores tradicionales». No obstante, esta es la única que opina así, ya que la mayoría de las organizaciones de criadores excluyen los colores canela, chocolate, lila y fawn. La terminología inglesa específica de los criadores describe colores de pelaje rojizos y amarronados, así como sus diluciones, que son ligeras variaciones del color.
La variante de color rojo del gato siberiano se denomina cinnamon, o «canela» en español. El término fawn hace referencia a la dilución del color rojo. Los gatos siberianos fawn son rojos-beige. La voz inglesa chocolate designa el color base marrón, mientras que lilac corresponde a su dilución.
A excepción de estos, están admitidos todos los colores, patrones y partes blancas. El siberiano es la única raza de gatos de bosque en la que se acepta también la designación de color point. De hecho, los gatos siberianos con marcas point han recibido un nombre de raza propio: neva masquerade. La FIFe (Federación Internacional Felina) considera a neva masquerade como una raza independiente. Según el estándar del gato siberiano, en los ejemplares con marcas point también se admiten los ojos azules, cuanto más oscuros, mejor.
LA SALUD DEL GATO SIBERIANO
Por lo general, los gatos siberianos gozan de buena salud, pero al igual que la mayoría de los gatos, son portadores de enfermedades hereditarias. Una enfermedad hereditaria típica que vemos en esta raza es la miocardiopatía hipertrófica (MCH). Esta es la enfermedad cardíaca más común en gatos. Dicha afección causa una expansión del músculo del corazón y puede detectarse con un ecocardiograma.
El pelaje es denso, semilargo y consta de tres capas, con una capa superior hidrófuga. Es necesario cepillarle el pelo dos veces a la semana para evitar nudos y enredos. Utiliza un peine o cepillo de metal para mantener el pelaje suave. Puede que tengas que cepillarlo con más frecuencia durante la primavera, cuando los siberianos tienden a mudar mucho el pelo.
La capa hidrófuga puede hacer que bañar a tu siberiano sea todo un reto. No obstante, los baños son necesarios en contadas ocasiones si cuidas de su pelaje con regularidad.
LA PERSONALIDAD DEL GATO SIBERIANO
Esta raza es perfecta para una familia dado que es activa, dulce y social, con un carácter encantador. Disfruta de la compañía de la gente, sin ser demasiado exigente ni requerir atención constante. Suele conformarse con estar cerca de ti y observar qué estás haciendo. El siberiano es parlanchín y se comunicará contigo utilizando maullidos suaves y gorjeos. Congenia estupendamente con niños y adultos y a menudo se lleva bien con otros gatos y perros. Sin embargo, a primera vista puede ser un poco reservado con extraños, aunque derretirá el corazón de todos si se siente cómodo con los recién llegados.
Es una raza inteligente y sagaz que se beneficiará de trucos desafiantes y juguetes interactivos que activen su cerebro.
CONCLUSIÓN
Su mirada penetrante es una de tantas características que llaman la atención de quien se acerca al gato siberiano. Por ello, también se ha convertido en una de las razas felinas más populares y apreciadas en el mundo.
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